Las Damas Rosadas cumplieron 66 años realizando funciones solidarias en hospitales, las mujeres se volvieron en institución que comenzó en San Isidro y realizaron la habitual gala anual en el Buenos Aires Hotel Marriot en una reunión a cuál asistieron figuras como la actriz y conductora televisiva Mirtha Legrand, entre otras.








Con 66 años de trabajo, el voluntariado integrado por más de 250 mujeres posee filiales en nosocomios de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia tales como los hospitales Fernández, Rivadavia, Argerich, el Italiano, Maternidad Sardá, Hospital Central de San Isidro, Materno Infantil de San Isidro, Boulogne y Centro de Estimulación Temprana “El Nido” de Beccar.















































Destacadas personalidades asistieron a una nueva edición del tradicional evento solidario conducido por Nequi Galotti, estuvieron la soprano, Sara Fleming, quien brindó un show que disfrutaron Gina Vargas de Roemmers; el intendente de San Isidro, Ramón Lanús; Gustavo Posse, el ex intendente de esa localidad; Anamá Ferreira; María Belén Ludueña; Marcela Giana de Chain; Ana Rusconi; Alejandro Pérez Escoda y su pareja, Natasha Simmendinger; Silvina Scheffler; César Jurich y su pareja, Teo Faver.










También participaron Mora Furtado, Anamá Ferreira y Teresa González Fernández, presidente de ALPI, Marcela Giana de Chain, Alejandro Viñas y Daniel Martínez, organizadores de la gala; la diseñadora, Claudia Arce, Roxana Punta Álvarez; Iliana Calabró; Gabriela Sobrado; Karen Reichardt; Liz Mazzini, Verónica Zoani de Nutting y Luis González Arce.












También acompañaron la velada solidaria Walter D’Aloia Criado, presidente de la Asociación de Amigos del Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, Milagros Brito, Marina Viñas y Sofía Zámolo; Diana y Susana Bencich, Eleonora Pueyrredon, Gacela Siman Menem, la diseñadora Adriana Costantini y Rómulo Pullol, la socia y directora de Café Martínez y fundadora de «Abra», Claudia Salas Martínez.




Mirtha Gómez Villalba, Andrea Garmendia, Andrea Garmendia, Javier Iturrioz, Monte Dexter, Patricia Ezcurdia, Daniel Martínez y Alejandro Pérez Escoda, Elena Fortabat, Nancy Duré, Valentina Zenere y Fabián Medina Flores, Lili Monsegou y Carlos Damin, director del Hospital Fernández.








Otros colaboradores y asistentes fueron: Naná Gallardo, Silvina Scheffler y Cesar Juricich, Pablo Cabaleiro, Rose Galfione y Gina Vargas, Muñeca Moore, encabezadas por la presidente de Damas Rosadas, Marcela Giana de Chain, y la presidente de la Fundación Hospital Rivadavia, Diana Chugri, entre otras.










Tras el comienzo en San Isidro, Las Damas Rosadas cumplen su rol solidario que se multiplicó en distintos centros de salud, como el Houssay de Vicente López y hoy superan 300 asociadas que son distinguidas por sus delantales color rosa.










Hace 66 años un grupo de mujeres se ponía de acuerdo en usar un delantal rosa y ser voluntarias en el Hospital Houssay de Vicente López, son que brindan acompañamiento y contención, en Zona Norte y Capital Federal, a los internados hospitalarios y buscan ayudar a los médicos en su función social.



También hablan con los funcionarios de salud pública para solucionar la asistencia de pacientes en situación de vulnerabilidad económica que necesitan tratamientos o medicamentos costosos y no pueden pagarlos.






Las Rosadas de Vicente López, en aquel entonces lideradas por Teresa Hardy de De Ángelis, nacieron un 5 de noviembre del 1962, como un grupo cocreado por el párroco Padre Pooli. Las Damas decidieron llevar ese color de delantal en conmemoración a las enfermeras de las guerras europeas, cuyos delantales blancos se manchaban de sangre y a pesar de lavarlos y lavarlos siempre quedaban de color rosa.



El Padre Pooli fue cofundador de las rosadas de Vicente López, junto con Teresa Hardy de De Ángelis y ellas se enorgullecen de tener un estatuto y un reglamento. Están atravesadas por el catolicismo, de hecho, creen que lo vital de la vocación de servicio es: «Descubrir el hermoso camino de amor al prójimo», y además llevan a cabo una misa anual. Sin disciplina y sin tradición sería imposible mantener tal organización por más de 60 años, es por eso que las Damas Rosadas se jactan de sus buenos valores.




El estatuto exige que la voluntaria le dedique un mínimo de cuatro horas por semana, un día a la semana, pero aquella que tenga más tiempo podrá llevar registro. Así el registro podrá ser un objeto de orgullo. El trébol azul es la condecoración más alta que se le entrega a una Dama Rosada, es en reconocimiento por las 6 mil horas trabajadas. Otra parte del estatuto exige a las voluntarias llevar obligatoriamente el delantal rosa sin ningún pantalón debajo.

Su servicio es brindarle información a quienes se acercan al hospital, ayudar a personas de movilidad reducida, cocinan para pacientes internados, ayudan a pacientes carenciados les brindan medicamentos, ropas y objetos de higiene personal. A los chicos le brindan juguetes, lápices y papel para dibujar.
Las Damas Rosadas reciben donaciones de ropa para luego venderla en las ferias y en su «Boutique», recaudan dinero a través de esa «Boutique» donde venden ropa, hacen ferias seguido, participan de torneos de canasta y de bridge, entre otros.

Pero su mayor recaudación la obtienen en el Té Anual Solidario, evento que realizan en el Tenis Club Argentino. También reciben donaciones a través de sus páginas.
«Somos una organización de voluntarias comprometidas en acompañar a la comunidad hospitalaria (Pacientes, profesionales y sus familias) para facilitar y aliviar su estadía en el hospital», sostienen en su postulado.

Ser una organización modelo y referente en el ámbito del voluntariado hospitalario. Mejorar y ampliar la tarea que desarrollamos en el ámbito de salud, cubriendo mayores necesidades asistenciales, formando y capacitando a las voluntarias para optimizar su trabajo, agregan.

El Consejo de administración lo integran: Marcela Giana, Estela Carrizzo, Celia López, Silvia Ramella, Veronica Hahneman, María Masollo, Ana Bado, María Besso, Silvia Puricelli, Liliana Rodríguez Infante, Patricia Domínguez y Karen Álvarez Dupot.

Son más de 200 voluntarias que acompañan, brindan contención y confianza a pacientes y sus familias. La mayoría de las personas que reciben atención médica en hospitales públicos pertenecen a los grupos sociales más vulnerables y de mayor riesgo sanitario.

Para optimizar su atención trabajan junto a profesionales de la salud en los distintos consultorios y en Residencias de Madres para asegurar la presencia materna junto al niño internado, acompañan en forma activa a las familias de recién nacidos prematuros o patológicos, participamos en programas de medicina preventiva como detección temprana de la ceguera por diabetes y promoción de la lactancia materna. Además, entregan viáticos para reducir la deserción a la consulta médica y medicamentos a pacientes ambulatorios.
El Buenos Aires Marriott, manifestaron estar «profundamente orgullosos de haber sido elegidos como sede para celebrar los 66 años de las Damas Rosadas».